Si te gusta la historia, el arte y la aventura, no puedes dejar de visitar el Monumento al Volador de Papantla, una impresionante escultura que rinde tributo a uno de los rituales más antiguos y fascinantes de México. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre este atractivo turístico, ubicado en el Pueblo Mágico de Papantla, en el estado de Veracruz.
¿Qué es el Monumento al Volador de Papantla?
El Monumento al Volador de Papantla es una obra del artista papanteco Teodoro Cano García, discípulo del famoso muralista Diego Rivera. Fue construido en la década de 1980, con una altura de 18 metros y una base de 5 metros. La escultura representa a un caporal, el líder de la cuadrilla de los voladores, que toca la flauta y el tambor desde lo alto del palo sagrado.
El monumento es un homenaje a los voladores de Papantla, los protagonistas de un ritual milenario que se originó en la cultura totonaca, una de las más importantes de Mesoamérica. Los voladores son hombres que se lanzan al vacío desde una altura de 30 metros, atados por los pies a unas cuerdas que se enrollan y desenrollan alrededor del palo. Mientras tanto, el caporal ejecuta cuatro sones sagrados que invocan a los dioses del viento, el fuego, el agua y la tierra.
El ritual de los voladores tiene un profundo significado simbólico y religioso. Según la leyenda, surgió como una forma de pedir lluvia a los dioses en tiempos de sequía. Los voladores representan a las aves sagradas que llevan el mensaje al cielo, mientras que el palo simboliza el eje del mundo que conecta a los cuatro puntos cardinales. Cada vuelta que dan los voladores equivale a un año del calendario solar, y el número total de vueltas es 52, el mismo que tiene el ciclo cósmico totonaca.
El ritual de los voladores es considerado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2009. Se trata de una expresión viva de la diversidad cultural y la riqueza ancestral de México. Además, es una muestra de valor, destreza y armonía entre los hombres y la naturaleza.
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¿Qué ver en el Monumento al Volador de Papantla?
El monumento se encuentra en lo alto de una colina, desde donde se puede apreciar una vista panorámica de la ciudad de Papantla y sus alrededores. El mejor momento para visitarlo es al atardecer, cuando el cielo se tiñe de colores y se crea un ambiente mágico. Desde el monumento se puede observar también el Parque Temático Takilhsukut, donde se realiza cada año el Festival Cumbre Tajín, un evento cultural que celebra la identidad totonaca.
Además del monumento, en el mismo sitio se puede admirar otro trabajo del artista Teodoro Cano: el Mural Escultórico de la Cultura Totonaca. Se trata de una obra realizada en 1979 con cemento y varilla, que representa diferentes aspectos de la historia y la cosmovisión totonaca. Entre ellos se destacan: la importancia del maíz como alimento sagrado, la grandeza de la ciudad de El Tajín como centro urbano y religioso, el juego de pelota como ritual sagrado y el sacrificio humano como ofrenda a los dioses.
El monumento y el mural son dos obras que reflejan el orgullo y el respeto por la cultura totonaca, una cultura que ha sabido preservar sus tradiciones y su lengua a lo largo de los siglos. Visitar estos lugares es una forma de conocer más sobre esta cultura y su legado, así como de apoyar su difusión y su valoración.
¿Cómo llegar al Monumento al Volador de Papantla?
El monumento se ubica en el Callejón Centenario s/n, en Papantla. Se puede acceder en coche o en transporte público, pero también se puede llegar caminando desde el centro histórico de la ciudad, donde se encuentra el Parque y la Plaza Central Israel C. Téllez. El recorrido a pie es de unos 800 metros, pasando por el Mercado Benito Juárez y subiendo por una escalinata. El camino es empinado, pero vale la pena el esfuerzo por las vistas que se obtienen.
El horario de visita al monumento es de lunes a domingo, de 9:00 a 18:00 horas. La entrada es gratuita, pero se recomienda dejar una propina a los cuidadores del lugar. También se puede contratar un guía local que explique más sobre la historia y el significado del monumento y del mural.
Si quieres vivir una experiencia única, te sugerimos que aproveches tu visita al monumento para ver una exhibición de los voladores de Papantla en vivo. Estos se presentan todos los días en diferentes horarios y lugares de la ciudad, como el Parque Temático Takilhsukut, el Parque Central o el Museo de la Ciudad. Verlos volar es un espectáculo que te dejará sin aliento y que te hará sentir parte de una tradición milenaria.
¿Por qué visitar el Monumento al Volador de Papantla?
Visitar el Monumento al Volador de Papantla es una oportunidad para conocer más sobre la cultura totonaca, una de las culturas más antiguas y fascinantes de México. Además, es una forma de admirar el talento y la creatividad del artista Teodoro Cano, quien plasmó en sus obras su amor por su tierra y su gente. Por último, es una ocasión para disfrutar de un paisaje increíble y de un ambiente lleno de magia y misticismo.
¿Cuál es la leyenda de los voladores de Papantla?
La leyenda de los voladores de Papantla es una historia que explica el origen y el significado de este ritual ancestral. Existen varias versiones de la leyenda, según la región y el pueblo que la narra, pero todas coinciden en algunos elementos básicos.
Una de las versiones más conocidas es la que cuenta que, en tiempos muy antiguos, hubo una gran sequía que afectó a la tierra y a sus habitantes. Los dioses estaban enojados con los hombres por haberlos olvidado y por haber descuidado la naturaleza. Entonces, los ancianos del pueblo decidieron enviar una ofrenda al cielo para pedir perdón y lluvia.
Para ello, eligieron a cinco jóvenes valientes y castos, que debían subir al árbol más alto del bosque y lanzarse al vacío, atados por los pies a unas cuerdas. El más pequeño de ellos debía quedarse en la punta del árbol, tocando una flauta y un tambor para llamar la atención de los dioses.
Los jóvenes cumplieron con su misión y se lanzaron al vuelo, girando alrededor del árbol. Los dioses se conmovieron con su sacrificio y les enviaron la lluvia tan deseada. Pero también les concedieron un don especial: los transformaron en aves sagradas, que podían volar libremente por el cielo.
Desde entonces, los voladores de Papantla repiten este ritual para honrar a los dioses y a sus antepasados, y para mantener el equilibrio entre el hombre y la naturaleza. Cada elemento del ritual tiene un simbolismo profundo: el árbol representa el eje del mundo, las cuerdas representan los rayos del sol, los cuatro voladores representan los puntos cardinales y el quinto representa el centro.
No lo dudes más y ven a conocer el Monumento al Volador de Papantla, un lugar que te sorprenderá y te enamorará. Te aseguramos que no te arrepentirás y que querrás volver a visitarlo. ¡Te esperamos!