Oscar Chávez biografía e historia del "El Caifán Mayor" Q.E.P.D.
Oscar Chávez nació en la Ciudad de México en 1935. Vivió sus primeros años en Santa María la Ribera, otros años en la colonia Roma. Un ser dedicado con recia dedicación a diversas disciplinas artísticas: actor, director, poeta, compositor, intérprete, arreglista.
Su voz tan potente lo catapultó a la fama internacional y lo colocó como el máximo exponente de la canción de protesta en México. Durante su carrera, hizo una gran labor de rescate del folclore mexicano y su empeño artístico fue una constante hasta su muerte: el 30 de abril de 2020 por presunto contagio de coronavirus.
Crítico, irónico y politizado se volvió una figura emblemática durante los eventos estudiantiles de 1968 y de ahí continuó con una prolífica carrera musical que lo llevaría a otros países como España, Cuba, Holanda, Argentina, Chile, Ecuador, entre otros.
A continuación resumimos la trayectoria artística de Óscar Chávez y con esto nos sumamos al homenaje bien merecido por la expresión de un alma sensible, un espíritu inquieto y una personalidad fincada en el rigor y la entrega por el arte y sus expresiones.
Reconocimientos
Premio Nacional de Ciencias y Artes 2011, Ciudadano Distinguido de la Ciudad de México 2016, Doctorado Honoris causa por la Universidad Autónoma del Estado de México, además fue reconocido como Patrimonio Cultural vivo de la Ciudad de México en 2019.
Conciertos memorables
Sus presentaciones incluyen recitales en el Festival de la OTI, el Polyforum Cultural Siqueiros y el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, en el Festival de la Canción de Protesta, el Festival de Varadero y el Palacio de Bellas Artes de Cuba; en la Plaza Colón de Madrid, España y un larguísimo etc, que llega hasta el Vive Latino 2019 y Cantares en 2019 en las islas en Ciudad Universitaria.
Trasfondo político en su música
Varios de sus discos están centrados en la música tradicional mexicana, latinoamericana, pero también hay piezas con temática amorosa de su autoría, parodias políticas y diversos títulos vinculados con movimientos sociales como México 68, la Guerra Civil y la resistencia española o la guerrilla zapatista.
Discografía de Óscar Chávez
- Herencia Lírica Mexicana Vol. 1 (1963)
- Herencia Lírica Mexicana Vol. 2 (1966)
- Los Caifanes (1967)
- Herencia Lírica Mexicana Vol. 3 (1968)
- Un trovero llamado Óscar (1968)
- De la Película “La Generala”. Óscar Chávez canta sus propias canciones (1970)
- Latinoamérica canta Vol. I. El Jicote. (1970)
- Latinoamérica canta Vol. II. El Ahuizote ¡Enjaulado! (1971)
- La Llorona (1972)
- Versos sencillos cantados por Óscar Chávez (1972)
- Expresiones (1973)
- Los grandes artistas. En vivo desde Bellas Artes (1973)
- Mariguana (1973)
- Añoranzas mexicanas Vol. 2 (En colaboración con Tehua) (1974)
- Regeneración. Latinoamérica sigue (1974)
- Cuentos de Navidad (1975)
- Parodias políticas (1975)
- Tropicanías Vol. 1 (1975)
- Casi todos con Óscar Chávez (1976)
- Óscar Chávez interpreta canciones originales de Rafael Elizondo. (1976)
- Añoranzas mexicanas Vol. 5 (Con Tehua) (1977)
- Latinoamérica canta vol. 4 (1977)
- Parodias políticas Vol. 3 (1977)
- Guerrero (1978)
- Nicaragua vencerá (1979)
- En el border (1980)
- Óscar interpreta a Chávez (1980)
- Parodias políticas Vol. 4 (1981)
- Parodias políticas Vol. 5 (1982)
- 16 éxitos de oro (1983)
- Tropicanías vol. 2 (1983)
- En el Teatro de la Ciudad Vol. 1 y 2 (1984)
- Lírica infantil mexicana, vol. 1, 2, y 3 (Con los Hermanos Rincón) (1985)
- Amorosas, Divertidas y Horrorosísimas Canciones de la Calaca Flaca (1986)
- Aquellas canciones de los Martínez Gil (1986)
- Décimas Topadas (Con Guillermo Velázquez) (1986)
- Y la canción se hizo… Calavera (1986)
- 16 éxitos, vol. 2 (1987)
- 25 años con el canto, Vol. 1, 2 y 3 (En vivo) (1988)
- El pueblo y el mal gobierno (Con Guillermo Velázquez) (1988)
- Que cante Óscar Chávez parodias políticas y otras yerbas, Vol. 1 y 2 (En vivo) (1988)
- Navidad Mexicana (1991)
- 30 años con Óscar Chávez en Bellas Artes (En vivo) (1992)
- Fuera del Mundo, Óscar Chávez le canta a la Capital, vol. 1 y 2 (En vivo) (1992)
- El Caifán (En vivo) (1993)
- Cantos ferrocarrileros (1995)
- Encerrona Vol. 1, 2, 3 y 4 (1995)
- Latinoamor (1995)
- México 68 Vol. 1 y 2 (1995)
- Con Mariachi, canciones de Guanajuato (En vivo desde el Festival Internacional Cervantino) (1995)
Colectivos
- 1975 – Compañero presidente
- 1984 – Tercer festival de la Nueva Canción Latinoamericana
Colaboraciones
- 1975 – Tehua – Añoranzas mexicanas, vol. 1 y 2
- 1990 – Amparo Ochoa-Los Morales en Holanda
- 2015- “Marcos Hall – Panteón Rococo” Arena Ciudad de México
Óscar Chávez, su trayectoria como actor
Estudió Teatro en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, en la Academia de Teatro del Maestro Seki Sano y en el Teatro de la Universidad (UNAM).Como actor fue dirigido por Héctor Mendoza, Ludwing Margules, Ana Sokolov, Luis Alcoriza, Juan Gurrola, Juan Ibáñez, etc. Su actuación en la película Los Caifanes le valió dos premios cinematográficos: La Diosa de Plata y El Heraldo.
Actuó en diversas telenovelas y dirigó algunas piezas teatrales; entre otras, Un hogar sólido y Ventura Allende de Elena Garro y Coloquio Nocturno de Durremat.
Participó como actor y director en la grabación de más de 200 programas de radio-teatro para Radio Universidad (UNAM).
Sus discos incluyen más de veinte títulos, entre los que se encuentran tres de la serie Voz viva de México (en que recita poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, Gilberto Owen y Amado Nervo) y Cuento de Navidad, farsa teatral de Emilio Carballido.
Oscar Chávez biografía e historia del "El Caifán Mayor" Q.E.P.D.
Oscar Chávez nació en México en 1935. Estudió teatro en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, en la Academia de Teatro del Maestro Seki Sano y en el Teatro de la Universidad (UNAM). Como actor ha sido dirigido por Héctor Mendoza, Ludwing Margules, Ana Sokolov, Luis Alcoriza, Juan Gurrola, Juan Ibañez, etc. Su actuación en la película «Los Caifanes» le valió dos premios cinematográficos: La Diosa de Plata y El Heraldo. Ha aparecido en varias telenovelas y dirigido algunas piezas teatrales; entre otras, «Un hogar sólido» y «Ventura Allende» de Elena Garro y «Coloquio Nocturno» de Durremat.
Como actor y director participó en la grabación de más de 200 programas de radio-teatro para Radio Universidad (UNAM). Sus discos incluyen más de veinte títulos, entre los que se encuentran tres de la serie «Voz viva de México» (en que recita poemas de Sor Juana Inés de la Cruz, Gilberto Owen y Amado Nervo) y «Cuento de Navidad», farsa teatral de Emilio Carballido.
Sin embargo, la actividad que más lo ha caracterizado en público es la de cantante, a la cual pertenecen la mayoría de sus discos y por la cual es conocido internacionalmente. Sus presentaciones incluyen recitales en el Festival de la OTI, el Polyforum Cultural Siqueiros y el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, en el Festival de la Canción de Protesta, el Festival de Varadero y el Palacio de Bellas Artes de Cuba; en la Plaza Colón de Madrid, España, etc.
Es difícil decir cual arte hace artista a Oscar Chávez; no porque haya que decidir entre la actuación o la Dirección Teatral, la poesía, la composición o el arreglo musical. No, incluso eso resultaría sencillo, es difícil, en cambio, porque en él todas estas actividades provienen, en parte, de una fuente que hoy nos parece extraña: el oficio y la dedicación paciente a todos los aspectos de cada actividad. La dirección de una obra de teatro, por ejemplo, no está escrita para él en un dialecto distinto del de la actuación; componer una canción o hacer el arreglo musical de otra no pertenecen a dos clases distintas de actividad.
Suele decirse que el oficio y el talento se dan en grandes cantidades, pero siempre separados; raramente la disciplina sobrevive al talento; pocas veces al talento aparece en medio de lo que se aprende en los salones de clase o en los desvelos de los investigadores. Mientras más esté uno convencido de estas afirmaciones, más sorprendente le parecerá que Oscar Chávez no haya abandonado el rigor en nombre de una fácil carrera de éxitos. Eso vale tanto como decir que cualquier cosa que emprende, la emprende desde todas las posturas posibles (la de actor cuando es director, y viceversa; la del compositor cuando sólo canta y al revés; la del poeta cuando recita, y al contrario). Hay en ello un arte, un oficio y, de alguna manera, una humildad paciente y artesana.
Estas tres últimas cosas, creo, han hecho de él no sólo un artista muy valioso sino, también, un «rescatador» de nuestro folklore. Esto se ha dicho muchas veces, pero nunca está de más señalarlo. Cuando uno escucha cualquiera de los dos volúmenes de su «Herencia Lírica Mexicana»; no puede sino reconocer su fidelidad a una tradición (que es otro de los aspectos de cualquier oficio) no siempre muy bien conservada por los cantantes y las compañías grabadoras. Es como si Chávez hubiera debido «aventar» los granos de la cosecha para limpiarle la paja.
Cuando digo que ha sido fiel a una tradición, lo digo en dos sentidos. Primero no ha acudido a los amaneriamientos virtuosistas; y el segundo, pero no menos importante, porque su fidelidad es lo contrario de una literalidad; no fija formas sino que permite, y hasta justifica, las variaciones, los juegos, los arreglos musicales. Esto lo salva de los purismos académicos y, a la vez, le permite mostrar la vitalidad de una tradición musical a la que ha dedicado tanto su estudio como su talento.
Pero toda esta preocupación por una tradición y un folklore es más, generalmente, una preocupación por la cultura y el modo de vida de un pueblo. En este sentido, todo interés por el folklore es político. Por ello, creo, es común incluir la canción de protesta (generalmente firmada por un autor) en el folklore. La razón de esto es de alguna manera política y en su forma más inmediata y elemental, es solidaridad. Aún cuando no estemos de acuerdo en llamar Folklórica a la canción de protesta, el paso de la una a la otra nos seguirá pareciendo natural. Lo raro sería que alguien que canta canciones populares, en el más estricto sentido de la palabra: Canciones del pueblo, no hiciera suya el alma de ellas; lo extraño sería que un jaranero que interpreta música Veracruzana, escribiera en su casa canciones secretas para Dean Martín.
La solidaridad es aquí una coherencia y ambas se someten a la prueba de fuego cuando se trata de producir un disco que sea, a la vez, fiel en las interpretaciones y el fiel en las creaciones (Oscar Chávez mezcla a menudo canciones populares y de protesta en sus discos). Esta prueba solo es superada si el gusto ha sabido dirigir la selección hacia la coherencia y la fidelidad en la forma y en el contenido; es decir, si no ha falseado la forma tradicional a favor del virtuosismo y la comercialización, y si no ha traicionado lo que toda canción folklórica tiene de política en nombre de los esquemas que inventan aquello con lo que quieren ser solidarios. Aquí, una vez más, Oscar Chávez suma su oficio a su talento y hace de su fidelidad una solidaridad y de su solidaridad hace una fidelidad. La claridad y la efectividad de sus canciones, tanto como su belleza, así lo muestran.
Pero no todo es tan serio. Así como el folklore es, en algún sentido, político, la política es folklórica. Las parodias de Oscar Chávez y las sátiras que hace pesar sobre los profesionales de la política son caricaturas demoledoras. Pero, ¿meras caricaturas? Se dice que la realidad copia al arte. Lo patético comienza cuando la realidad copia a las caricaturas; pero lo patético puede muy bien ser motivo de burla y carcajada, así como de indignación horrorizada. La ironía es sin duda un arma poderosa; no voy a decir que el ridículo de algunos políticos mexicanos sea mérito exclusivo de Chávez; no, los mismos políticos podrían compartir con él los derechos de autor y gozar de los beneficios de una gira, pero seguramente la burla de Oscar Chávez les hace recelar y decidir no ponerse debajo de las lámparas y frente al público. Entonces Chávez saca la fotografía o la caricatura de ellos y los presenta como en la vida real. Lo que quiero decir es que el arte de la parodia política es, para él, un arte fundamentalmente realista. No creo que nada que no sea capaz de reírse de la política pueda ser realmente político; quien no sabe reírse buenamente de la realidad no puede ser un buen crítico. Oscar Chávez lo es.