Día de muertos en México 2020: Historia, tradición y cultura
El Día de Muertos se ha vuelto una fiesta representativa del pueblo mexicano, una tradición que mantiene vivo el homenaje a la muerte para recordar, “traer de vuelta al corazón” etimológicamente, la vida y las acciones de aquellos que fallecieron.
La tradición del Día de Muertos surge como parte del sincretismo religioso, en la época colonial. Durante la etapa prehispánica, el culto a la muerte estuvo presente en distintas culturas a lo largo y ancho de México.
El día 1° de noviembre, se celebra el Día de Todos los Santos de acuerdo a la tradición católica. En esta fecha se recuerdan a todos aquellos que murieron sin ser beatos y santos, además de quienes fallecieron a temprana edad como los niños. De acuerdo a la religión católica, el Día de los Fieles Difuntos que tiene lugar el 2 de noviembre, se realiza una oración por aquellos que no han accedido al paraíso. El 2 de noviembre es un día especial, un día donde cada sentido es celebrado: con el vivo color amarillo y naranja de la flor de cempasúchil (cuyo nombre proviene del idioma náhuatl Cempohualxochitl que significa “veinte flores” o “flor de muerto”).
En México, las tradiciones de esta celebración incluyen visitar a los seres queridos que ya partieron en los cementerios y preparar altares con alimentos, veladoras, incienso, fotografías y flores para recordarlos. Es solo durante estos días que las almas de los seres queridos pueden volver del más allá para estar cerca de los suyos.
Los pétalos de cempasúchil marcan el camino para el regreso a casa de los que ya no están. Allí los esperan las ofrendas, con la comida que preferían, la sal para que el cuerpo no se corrompa, el agua para mitigar la sed, las velas para alumbrarlos y un poco de incienso o copal para limpiar el lugar de los malos espíritus.
Las ofrendas de día de muertos
Las ofrendas de día de muertos son altares de origen prehispánico. Estos eran dedicados a distintas deidades y se colocaban en fechas diferentes. Sin embargo, la del señor de los muertos, Mictlantecuhtli, se celebraba en el mes que ahora conocemos como noviembre. Esta coincidencia fue aprovechada por los evangelizadores durante La Colonia para hacer un sincretismo entre el cristianismo y las creencias religiosas autóctonas.
Originalmente, los altares se ponían un par de días antes del 1 y 2 de noviembre, es decir, el 30 o 31 de octubre y permanecían hasta el 3. Ahora, es muy común que, debido al esfuerzo creativo que se invierte en colocarlas, se pongan antes y se quiten después. Aunque los 1 y 2 de noviembre no han dejado de ser los días principales. De acuerdo con la tradición, en esas dos fechas nos visitan todas las almas que se desprendieron de sus cuerpos, es decir, nuestros difuntos.
Elementos de las ofrendas
Fotografías de los difuntos. Es muy común colocar retratos de las personas amadas que ya no están entre nosotros. No obstante, te sugerimos poner alguna de tus fotos favoritas.
Incienso o copal. El humo que desprende el copal o incienso, es la guía olfativa para que nuestros muertos puedan llegar con nosotros.
Veladoras. Estas representan el fuego y la luz. Igual que el incienso, funcionan como una guía para que las almas.
Bebidas favoritas de los difuntos y agua.
Flor de cempasúchil. Esta flor de apariencia esponjosa también es conocida como “flor de veinte pétalos”. Se utilizan principalmente para decorar o crear caminos que guíen los espíritus de nuestros muertos.
Calaveritas. En la antigüedad se utilizaban cráneos de verdad. Después fueron sustituidas con calaveras hechas con azúcar, chocolate o amaranto. Cada cráneo representa a un difunto.
Pan de muerto. Además de delicioso, el pan de muerto es la representación del esqueleto de los difuntos.