Elementos de la ofrenda de día de muertos
¿Cuáles son los elementos de la ofrenda de día de muertos?: El Día de Muertos es una de las celebraciones más importantes y representativas de la cultura mexicana. Se trata de una tradición ancestral que honra la memoria y el espíritu de los seres queridos que ya no están en este mundo. Para recibirlos, se prepara el tradicional altar de muertos, mejor conocido como “ofrenda” en donde se colocan elementos muy representativos que la conforman, como el pan de muerto, las flores de cempasúchil, calaveritas de azúcar y chocolate, papel picado, retratos de los difuntos y platillos que estos disfrutaban en vida.
Pero ¿qué significan estos elementos y por qué se les ofrece a las ánimas? En este artículo te explicaremos el simbolismo y el sentido de cada uno de ellos, así como algunos consejos para hacer una ofrenda de Día de Muertos que respete la tradición y atraiga a los espíritus de tus antepasados.
El agua en la ofrenda de Día de Muertos
El agua en la ofrenda es el elemento más esencial para la vida y también para la muerte. Se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido desde el más allá y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas, el agua simboliza la pureza del alma y la fuente de la vida eterna. El agua se coloca en un recipiente, preferiblemente de barro o vidrio, y se ubica en la parte inferior del altar, cerca del borde para que sea fácilmente accesible para los difuntos.
Las velas y los cirios en la ofrenda de Día de Muertos
Las velas y los cirios son una forma de iluminar el camino de las almas hacia el altar y hacia su morada final. Su flama representa la luz, la fe y la esperanza que guía a los espíritus en este y el otro mundo. El número y el color de las velas varía según la tradición y el gusto de cada familia. En algunas comunidades indígenas, cada vela representa un difunto y se enciende una por cada día que dura la celebración. Si las velas son moradas, indican duelo; si son blancas, pureza; si son amarillas, alegría; si son rojas, amor; si son verdes, esperanza; y si son rosas, gratitud. Las velas se colocan en forma de cruz o alrededor del altar, según el espacio disponible.
El copal y el incienso en la ofrenda de Día de Muertos
El copal y el incienso son sustancias aromáticas que se queman para producir un humo fragante que limpia y purifica el ambiente, además de ahuyentar los malos espíritus. El copal era ofrecido por los indígenas a sus dioses antes de la llegada de los españoles, quienes introdujeron el incienso como parte de su religión católica. Ambos tienen un significado similar: son una forma de comunicación con lo divino y los ancestros. El copal y el incienso se colocan en un sahumerio o un quemador y se ubican cerca del altar o en las esquinas del espacio donde se realiza la ofrenda.
La flor de cempasúchil en la ofrenda de Día
de Muertos
La flor de cempasúchil es una flor nativa de México que se caracteriza por su color amarillo intenso y su aroma peculiar. Su nombre proviene del náhuatl “zempoalxóchitl” que significa “flor de veinte pétalos”. Esta flor es considerada como el símbolo por excelencia del Día de Muertos, ya que su color y su olor sirven para guiar a las almas hacia el altar y hacia sus antiguos hogares. La flor de cempasúchil se usa para adornar el arco del altar, para formar una cruz o un camino desde la entrada hasta el lugar donde se encuentra la ofrenda, o para decorar los retratos y las tumbas de los difuntos.
El alhelí y la nube en la ofrenda de Día de Muertos
El alhelí y la nube son otras flores que se utilizan para complementar la ofrenda de Día de Muertos. El alhelí es una flor blanca o morada que simboliza la pureza y ternura del alhelí, mientras que la nube es una flor rosa o lila que representa la dulzura y delicadeza de la nube. Ambas flores se usan para acompañar el alma de los niños, que se cree que llegan el 1 de noviembre, mientras que los adultos lo hacen el 2 de noviembre. El alhelí y la nube se colocan junto con la flor de cempasúchil o en un nivel aparte del altar dedicado a los angelitos.
El arco de flores y fruta en la ofrenda de Día de Muertos
El arco de flores y fruta es un elemento que se coloca en la parte superior del altar y que representa la entrada al inframundo o al cielo, según la creencia de cada persona. El arco se adorna con flores de cempasúchil y con frutas de temporada en el arco, como naranjas, mandarinas, limas, tejocotes, guayabas, cañas, manzanas, peras, plátanos, etc. Las frutas son una forma de ofrecer a las ánimas un alimento fresco y natural que les aporte energía y vitalidad. Además, las frutas también simbolizan la abundancia y generosidad de la naturaleza.
La cruz en la ofrenda de Día de Muertos
La cruz es un elemento que se introdujo durante la evangelización de los pueblos indígenas por parte de los españoles. Se trata de un símbolo cristiano que representa el sacrificio y salvación de Jesucristo. La cruz se coloca en la parte superior del altar o en el centro del mismo, según el espacio disponible. La cruz puede estar formada por diferentes materiales, como ceniza, sal, pétalos de cempasúchil o semillas. La ceniza simboliza el polvo del que venimos y al que volveremos; la sal significa la purificación y conservación del cuerpo; los pétalos de cempasúchil indican el camino hacia el más allá; y las semillas representan la vida y la resurrección.
El pan en la ofrenda de Día de Muertos
El pan es uno de los alimentos más básicos y universales que existen. En la ofrenda de Día de Muertos se coloca el tradicional pan de muerto, que es un pan dulce elaborado con harina, huevos, mantequilla, azúcar, levadura y esencia de azahar. El pan de muerto tiene una forma redonda que simboliza el ciclo de la vida y la muerte, y lleva unos huesitos encima del pan que representan los restos del difunto. El pan se ofrece a las ánimas como una muestra de fraternidad y hospitalidad, así como un alimento que les brinda calor y consuelo.
El petate en la ofrenda de Día de Muertos
El petate es una estera tejida con fibras vegetales que se usa para dormir o para sentarse en el suelo. En la ofrenda de Día de Muertos se usa el petate para cubrir el nivel inferior del altar o para colocar los alimentos sobre él. El petate simboliza el descanso y el sueño eterno de las ánimas, así como su conexión con la tierra y con los elementos naturales. El petate también puede usarse para hacer una representación del difunto con su ropa y sus objetos personales.
Las fotografías de los difuntos en la ofrenda de Día de Muertos
Las fotografías son una forma de recordar y honrar a las personas que ya no están con nosotros. En la ofrenda de Día de Muertos se colocan las fotografías de los familiares y amigos fallecidos, preferiblemente enmarcadas o envueltas en papel celofán para protegerlas del polvo y del agua. Las fotografías se ubican en el nivel superior del altar o en un lugar visible para que las ánimas puedan reconocerse y sentirse acogidas por sus familiares. Las fotografías también son una forma de expresar el amor y el cariño que les tenemos a nuestros seres queridos.
La comida guisada en la ofrenda de Día de Muertos
La comida guisada es otro elemento indispensable en la ofrenda de Día de Muertos. Se trata de ofrecer a las ánimas los platillos típicos o favoritos que ellos disfrutaban en vida, como el mole, el pozole, los tamales, el pipián, el arroz, los frijoles, etc. La comida guisada se coloca en cazuelas o platos de barro y se ubica en el nivel medio o superior del altar, según el espacio disponible. La comida guisada es una forma de compartir con los difuntos el sabor y el aroma de la gastronomía mexicana, así como de demostrarles nuestro respeto y nuestra generosidad.
Las calaveritas de azúcar y chocolate en la ofrenda de Día de Muertos
Las calaveritas de azúcar y chocolate son unas figuras dulces que se elaboran con azúcar blanca o morena, chocolate, almíbar y colorantes. Las calaveritas tienen forma de cráneo humano y se decoran con nombres, frases o dibujos alusivos a los difuntos o a la muerte. Las calaveritas se colocan en el nivel superior del altar o en un lugar visible para que las ánimas puedan identificarse y disfrutar de su sabor. Las calaveritas son una forma de burlarse y reírse de la muerte, así como de recordar a nuestros seres queridos con humor y cariño.
El papel picado en la ofrenda de Día de Muertos
El papel picado es un arte popular mexicano que consiste en recortar figuras en el papel picado geométricas o representativas en hojas de papel de china o cartulina. El papel picado se usa para adornar el altar o el espacio donde se realiza la ofrenda, colgándolo del techo o de las paredes. El papel picado tiene diferentes colores y diseños que simbolizan distintos aspectos del Día de Muertos, como las calaveras, las flores, las catrinas, los esqueletos, etc. El papel picado representa la alegría y festividad del Día de Muertos, así como la fragilidad y efímeridad de la vida.
Los objetos personales en la ofrenda de Día de Muertos
Los objetos personales son aquellos que pertenecieron o significaron algo para los difuntos, como sus prendas de vestir, sus joyas, sus instrumentos musicales, sus libros, sus juguetes, etc. Los objetos personales se colocan en el nivel inferior del altar o sobre el petate donde se representa al difunto. Los objetos personales son una forma de recordar y homenajear a los difuntos por sus gustos, sus aficiones, sus talentos y sus virtudes. También son una forma de hacerles sentir que siguen siendo parte de nuestra familia y que no los hemos olvidado.
Estos son algunos de los elementos más comunes y significativos que se usan para hacer una ofrenda de Día de Muertos. Sin embargo, cada familia puede agregar otros elementos según su tradición y su creatividad. Lo importante es hacerlo con respeto y con amor hacia nuestros seres queridos que ya no están con nosotros.