Ciudad Universitaria destino turístico y nombrada Patrimonio de la Humanidad
Ciudad Universitaria destino turístico nombrada Patrimonio de la Humanidad, antes, las instalaciones universitarias estaban situadas en el Centro Histórico, en antiguos palacios, conventos, acondicionados para funcionar como escuelas, y a principios del siglo pasado empiezan a surgir las ideas para construir un campus”, comentó en entrevista para Fundación UNAM, Adriana González Durán, guía universitaria de visitas.
Patrimonio Cultural de la Humanidad, la Ciudad Universitaria, o coloquialmente CU, presenta una arquitectura tan rica como histórica. A pesar de ser una obra moderna, es capaz de ubicar el pasado en el presente, fusiona la tradición con los avances vanguardistas y reúne a los máximos exponentes de la arquitectura, la ingeniería y las artes plásticas en un sitio que se ha destacado por ser identidad de la cultura, el cambio y el progreso.
La Universidad Nacional Autónoma de México fue fundada el 21 de septiembre de 1551 con el nombre de la Real y Pontificia Universidad de México, y desde entonces está posicionada como la más importante universidad de México e Iberoamérica.
A principios del siglo XX todos los complejos universitarios se encontraban en el centro de la ciudad, a lo que se le conoce popularmente como el “Barrio Universitario”. Aunque los edificios no estaban conectados unos con otros, si se había conceptualizado la idea de crear un conjunto para contener todos los edificios. No fue hasta 1943 cuando se empezó a concretar este plan encontrando un terreno para sitiar este nuevo proyecto: Pedregal de San Ángel.
Sin embargo, a causa del decreto de expropiación de los terrenos destinados a ello por parte del presidente Manuel Ávila Camacho, se detuvo el proyecto hasta que en 1946, el presidente Miguel Alemán dispuso los medios necesarios para llevarlo a cabo.
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Se organizó un concurso de anteproyectos para la realización de CU, donde se invitó a participar a la Escuela Nacional de Arquitectura, a la Sociedad de Arquitectos Mexicanos y al Colegio Nacional de Arquitectos de México. Por su parte, la Escuela Nacional de Arquitectura realizó un concurso entre sus profesores con ideas para presentar el plano del conjunto. El jurado, que se compuso de los propios participantes, decidió que los ganadores serían los arquitectos Mario Pani y Enrique del Moral, quienes tomaron en cuenta, a su vez, el croquis en conjunto de tres alumnos, que eran: Enrique Molinar, Armando Franco y Teodoro González de León. Se optó por uno de los esquemas más modernos, como resultado de un concurso nacional, pero con características que hablan de la rica historia de la institución y de México.
El plan maestro de Mario Pani y Enrique del Moral se componía originalmente de tres áreas:
- Zona escolar, con diferentes secciones como Humanidades, Ciencias, Ciencias Biológicas y Artes. Construida alrededor de diversos jardines y una explanada en la cual se ubican los edificios administrativos.
- Zona destinada a los campos deportivos.
- Zona del Estadio Universitario.
Las tres áreas estaban organizadas en circuitos en forma de anillos dentro de una “supermanzana” mayor. Debido al continuo crecimiento de la población estudiantil, administrativa y turística, la construcción de anillos ha sido mayor, por lo que algunos de los edificios originales no mantienen las funciones asignadas en un inicio, pues las Escuelas y Facultades se fueron relocalizando a circuitos exteriores.
El resultado es una obra colectiva donde participaron los mejores arquitectos, ingenieros y artistas de México: Mario Pani, Enrique del Moral, Carlos Lazo, Juan o Gorman, Alberto T. Arai, Ramón Torres, Pedro Ramírez Vázquez, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Francisco Eppens, Félix Candela Javier Barros Sierra, entre muchos otros. En su edificación se abrió la pueta hacia la experimentación con nuevos materiales, procedimientos constructivos y formas hasta el momento no aplicadas: Félix Candela con cubiertas de porte libre, Juan O'Gorman al revestir con un mural, las cuatro caras de la Biblioteca Central, Mario Pani al conjugar materiales diversos en la Torre de Rectoría y aplicar nuevos esquemas viales urbanos, Alberto T. Arai al recrear una zona Arqueológica Mesoamericana en los frontones del área deportiva, Luis Barragán al proponer los característicos agrupamientos vegetales, entre muchas otras proyecciones de la arquitectura nacional.
La historia detrás de Ciudad Universitaria
Contar con un espacio propio para los universitarios fue una idea que hacía ruido en muchos países en los años 50. Eso para mí fue muy importante, porque en los libros había leído que sólo se hablaba de una Ciudad Universitaria para México, como si fuera un proyecto que sólo estaba pasando aquí , explicó Valeria Sánchez Michel, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), quien muy pronto presentará incluso datos aún sin revelar del espacio que hoy alberga a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A través de periódicos, fotos, documentales y archivos personales de los personajes que estuvieron involucrados en la construcción de Ciudad Universitaria (CU), la historiadora describe uno de los proyectos educativos, arquitectónicos y artísticos más importantes del México moderno, el cual sirvió para agrupar a los estudiantes, antes dispersos en 14 instalaciones ubicadas en el Centro Histórico.
Este espacio también dio identidad a sus alumnos, profesores e investigadores, pues fue la época en la que se crearon los símbolos universitarios como la U en las playeras, una porra oficial Goya y el himno universitario.
Pero, ¿cómo se nos ocurrió como nación que se necesitaba una Ciudad Universitaria? fue la pregunta de la también coordinadora nacional de la Olimpiada Mexicana de Historia de la Academia Mexicana de Ciencias en su tesis de doctorado, en el que analiza las distintas etapas y proyectos que dieron lugar a la CU que hoy conocemos.
En el contexto internacional, Colombia y Venezuela hacían lo propio a mediados del siglo pasado y existían proyectos en Brasil, Argentina y Panamá, todas estas aspiraciones latinoamericanas derivadas de un proyecto similar en Madrid, España.
Un grupo de científicos e intelectuales se reunieron en 1927 con el objetivo de levantarla (CU en ?España) por iniciativa del entonces rey Alfonso XIII y viajaron por toda América al año siguiente para obtener recursos para su edificación (...) México apoyó aquel proyecto (y) adoptó la idea de que era necesario para cualquier universidad tener un espacio propio de los universitarios .
Este espacio cuyo campus central es hoy Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, no fue creado de la noche a la mañana. Una primera etapa se dio de 1929 a 1935.
Aquí sólo se logró la adquisición del terreno, con una extensión de 257 hectáreas, en Lomas de Chapultepec, en lo que son ahora las instalaciones de la Secretaría de Defensa. En ese espacio se levantó un plano topográfico, del cual sólo existe una foto y varios anteproyectos, entre ellos uno del arquitecto Carlos Contreras.
La crisis económica de Wall Street en el 29 en Estados Unidos, etapa que se conoce como la Gran Depresión, afectó a la economía mundial y, por ende, a la mexicana, así, pese al entusiasmo del rector Ignacio García Téllez, nada se concretó.
En 1942 se retomó la idea con el rector Rodulfo Brito Foucher y se eligió el Pedregal de San Ángel como el lugar destinado; sin embargo, fue durante la administración del rector Salvador Zubirán (1946-1948) que el proyecto cobró fuerza. Durante el sexenio de Manuel Ávila Camacho se aprobó el Proyecto ?de Ley sobre la Fundación y Construcción de CU y desde ese momento el proyecto no paró. Con la gerencia general a cargo del arquitecto Carlos Lazo se fue concretando.
La profesora del Programa Interdisciplinario sobre Políticas y Prácticas Educativas del CIDE explicó que varios fueron los usos de CU antes de que los alumnos comenzaran a ocupar el campus formalmente en 1954, el estadio se inauguró en 1952 y fue sede del Congreso Internacional de Arquitectos. En 1955 fue sede de los Juegos Panamericanos.
Su misión
De acuerdo con lo establecido en la mencionada ley, el rector conformó la Comisión de la Ciudad Universitaria, cuya finalidad era la de formular los programas generales de los edificios y convocar a concursos de planeación y proyectos, así como proponer el plan financiero. Esta comisión estuvo integrada por representantes de la Universidad, de las secretarías de Educación, Hacienda y Crédito Público, y de Salubridad y Asistencia, así como del Departamento del Distrito Federal.
Algunos datos adicionales
El 5 de junio de 1950 se colocó formalmente la primera piedra de la Ciudad Universitaria —del edificio que posteriormente sería la Torre de Ciencias—, en una ceremonia presidida por el rector Luis Garrido y el secretario de Gobernación, Adolfo Ruiz Cortines. La labor de todo el equipo, encabezado por el arquitecto Carlos Lazo, brilló por su ejemplar eficiencia. Predominaron el uso óptimo de los recursos, el orden y una rapidez inusual que permitió que las obras concluyeran en menos de tres años. En nuestro país nunca se había concentrado a tantos arquitectos e ingenieros: más de sesenta proyectistas, doscientos residentes, contratistas y supervisores, y cerca de diez mil obreros trabajaron en esta magna construcción.
El proyecto fue dividido en varias zonas: escolar, habitaciones de estudiantes, práctica de deportes, estadio de exhibición y servicios comunes. Se determinó que el conjunto se proyectara para recibir a un máximo de 25 mil alumnos, ya que en ese entonces la UNAM contaba con menos de 15 mil. Asimismo, se planteó la conveniencia de incluir un museo que fomentara el conocimiento de las artes —particularmente en México— y permitiera la puesta en exhibición de exposiciones temporales.
El 20 de noviembre de 1952 se efectuó la “Dedicación de la Ciudad Universitaria”, ceremonia encabezada por el presidente Miguel Alemán, con la que se inauguró oficialmente la Ciudad Universitaria. La mudanza de las escuelas dio comienzo en 1953 y fue coordinada por el doctor Nabor Carrillo, quien había tomado posesión como rector en febrero de ese año. En marzo de 1954 dieron inicio las actividades escolares. A más de sesenta años de su creación, el Campus Central de Ciudad Universitaria continúa siendo un ejemplo único de la arquitectura del siglo XX en México.